El corredor burgalés iguala a Miguel Heras con dos triunfos en la Transvulcania y acepta el reto de alargar su palmarés en la Isla de La Palma. Buena actuación de Pablo Villa en una carrera de malas sensaciones para Merillas
A Luis Alberto Hernando, cual vulcanólogo, le gusta la Isla de La Palma. El corredor burgalés puede parecer apagado, como el Teneguía, para inmediatamente entrar en erupción. Y es que la Transvulcania es esa prueba fetiche para el del equipo Adidas, basta con sentir su humeante aroma para que Hernando entre en erupción, y si lo hace hasta Kilian Jornet puede verse arrastrado, como sucedió en 2014, en uno de los momentos memorables de la cita isleña.

El joven estadounidense Zach Miller fue el encargado de llevar la batuta. Salió como una exhalación con la intención de acrecentar los nervios –quizá de sentirse el actor principal- del castellano y leonés. Fue un intento al que respondieron Ryan Sanders, Dakota Jones –el otro gran favorito en la salida del faro de Fuencaliente- o Blake Jose, la sorpresa de la jornada. El zafarrancho de combate, con un ritmo endiablado, no tuvo repercusión en Hernando, quien, al igual que el volcán Teneguía, candente, adquirió temperatura para pasar a liderar la carrera en solitario tras el Refugio de El Pilar (kilómetro 24).
Desde este momento, Miller acusaría el esfuerzo en pro del andaluz Dani García, una de las revelaciones de 2015, mientras que el resto de castellanos y leoneses lucharían por repetir en el 'top-10' de Transvulcania.
Cara para Villa y cruz para Merillas

Como en toda buena historia, y en esta, con volcanes y aventureros que cambian el látigo por los palos –como Luis Alberto-, hubo una cara y una cruz. La cara la protagonizaron Villa y Gómez con buenos resultados, pese al “no estoy satisfecho” inicial de ambos.
Pablo se plantó en la abarrotada Calle Real de los Llanos –capaz de hacer volar piernas y desatar lágrimas- en octavo lugar y un tiempo de 7 horas y 37 minutos. “He sufrido muchísimo y he dado todo lo que tenía. Me he quedado vacío”, admite el leonés del equipo Salomon, quien aún así completó una segunda parte de la carrera, en la que remontó varios puestos, pese a estar siempre entre los diez primeros en el recorrido de la Transvulcania.

En la ruta de los volcanes, con especial mención a la belleza del Roque de los Muchachos y su observatorio internacional, más propio de una película hollywoodiense de alienígenas que de una carrera, también salió cruz para corredores castellanos y leoneses. Los dos representantes bercianos en la Isla de La Palma no tuvieron su día. Manuel Merillas acusó el fuerte ritmo inicial y se quedó sin piernas tras el paso por el ‘Roque’ tras el kilómetro 50 de la prueba. Perdió su plaza en el ‘top-10’ para verse relegado hasta el décimo octavo puesto (8:30:40).
Tampoco le fue mejor a David Calleja, quien se marcó precisamente como objetivo el tiempo de Merillas para plantarse en Los Llanos. El intenso calor jugó una mala pasada al gallo de Rimor, quien aún así entró entre los cincuenta primeros corredores del ultramaratón, con un tiempo de 9 horas y 26 minutos.
Sin Miguel Heras, susto de Aubeso y abandono de Roberto Heras

En la aventura de la Isla de La Palma, y en la modalidad de maratón, el joven Joel Aubeso finalizó en la décimo séptima posición, después de una gran carrera, en la que cuando estaba entre los diez primeros, le obligaron a parar en el último avituallamiento por motivos de salud tras una clara deshidratación. “Me han retenido entre 10 y 15 minutos, porque decían que no podía bajar así, y la verdad que menos mal. He terminado andando y sufriendo, pero he acabado”, concluye el joven corredor de 20 años.

0 comentarios:
Publicar un comentario