martes, 26 de enero de 2016

"A Alto Sil no le quieren los patrocinadores"




El director de la prueba berciana, Manuel Díez 'Lolo', asegura que la designada como mejor carrera por montaña de 2015 no encuentra apoyos, pese a su trayectoria exitosa y el respaldo del público nacional e internacional




Juan J. López | @JJLopez_

Manuel Díez Sedano 'Lolo' regresó a Santa Cruz del Sil (León) hace casi dos décadas. La admiración por la tierra de su padre le llevó a recorrer el recóndito paraje berciano en busca de "sitios solitarios" en los que desarrollar su pasión por la naturaleza. Veinte años después, la devoción por sus montañas, por La Campona o el Pico Negro, se ha traducido en la mejor carrera por montaña de 2015, a juicio de los internautas, por delante incluso de la prestigiosa Zegama Aizkorri. ¿El secreto? "Una buena dosis de ilusión", que esconde lágrimas por el trabajo bien hecho, aparcacoches improvisados en una ladera, vecinos que cambiaron la cerveza por las zapatillas o variaciones anuales en un circuito que se ha convertido en uno de los oscuros objetos de deseo de cientos de corredores que agotan sus dorsales en apenas cinco minutos desde su puesta a la venta.

Lolo Díez, organizador de Alto Sil. /TRAILCYL -¿Cómo puede explicar que esta entrevista vaya a durar bastante más que la puesta a la venta de los dorsales para Alto Sil?

- (Risas). Para mí, el secreto está en Santa Cruz del Sil. Hay mucha gente centrada en esta carrera, en esta fiesta... Se trata del evento del pueblo y hemos logrado que los vecinos, los corredores, los organizadores, etc, sientan la prueba como suya. Forman parte de Alto Sil.

- Sí, pero la mayoría de los organizadores podrían aludir a ese sentimiento en sus carreras... Alto Sil tiene algo más, como demuestra su trayectoria.

- Hay más factores. Puede tener qué ver que se trata de una de las primeras carreras importantes del calendario, el respaldo casi fetiche de corredores de corte nacional e internacional, el trabajo, la organización, el mimo que le ponemos... Las imágenes que se llevan los participantes... Sería complicado quedarse con un único motivo.

- Y en 2016, también los premios en metálico...

- Sí. Se trata de un intento por contar con los mejores corredores. Cada vez hay más carreras y los corredores se ven obligados a elegir. Les puede gustar tu carrera, les puede apetecer correrla, estar... Pero a lo mejor hay compromisos, dinero... etc. Hemos considerado que puede ser un aliciente para mantener el nivel de la prueba en lo que respecta a los corredores élite.

- Alto Sil puede presumir de ser pionera en las carreras por montaña. Como organizadores, ¿qué les parece el desarrollo de este deporte en España?

- La palabra es regulación. No existe, y es un problema. Hay campeonatos, copas... La Fedme (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada) es pionera en nuestro país, pero no se posiciona. Está la Federación de Atletismo; la ITRA (International Trail Running Association), de la que este año formamos parte; la ISF (International Skyrunning Federation), pero es una empresa privada. Ahora mismo, el calendario es una locura, y los méritos no están reconocidos. Mañana puede llegar un corredor y decir que es campeón de España en subir a este pico en zapatillas... Creo que a todos nos interesa una regulación.

- En los orígenes de Alto Sil no existían estos problemas.

- No, había otros (de nuevo risas), pero siempre hemos salido adelante.

- ¿Cómo nace la carrera?

- Realmente, la idea comienza a gestarse en Méjico en 2008, en un viaje junto a compañeros del club Tierra Trágame. Y, posteriormente, en una de esas noches de cervezas en el Bar Changuita ya comenzó a perfilarse. Junto a Alfredo Sánchez, diseñamos el primer trazado uniendo puntos en los mapas, y en 2009 tuvimos aquella primera edición de 28 kilómetros y 1.400 metros de desnivel positivo (en 2016, la prueba será de 32 kilómetros y 1.900 metros de desnivel positivo). Entonces, el ganador, Aurelio Olivar, completó la carrera en 2 horas y 15 minutos, por lo que se podía correr y mucho, lo de hoy es otra historia.


Y un día... Marco De Gasperi llegó al Bierzo

Podio de Alto Sil en 2012. /INFOBIERZO - ¿Cómo evoluciona la prueba?

- De los primeros 200 dorsales, pasamos a 300 en 2010, que agotamos en una semana. Poco a poco, despertamos el interés de corredores de renombre nacional e internacional, y Miguel Heras viene en dos ocasiones, al igual que Iker Karrera. El bombazo viene en 2012 cuando me llama Marco de Gasperi, que quiere venir a Alto Sil... A él se suma Ionut Zinca, quien gana en 2013 y que se convierte en un asiduo; Oihana Kortazar convierte a Alto Sil en su carrera fetiche... Contamos con Tom Owens... La carrera dispara el interés.

- ¿Cómo sentó en el pueblo la internacionalización de su nombre?

- Bien, muy bien. Los vecinos destacan la puesta en valor de la localidad, de la zona... Hasta esta edición hemos contado con el apoyo total de la junta vecinal, con la posterior paella, etc.

- Hay apoyo del pueblo, de la comarca... Pero, ¿y de los patrocinadores privados?

- A Alto Sil no le quieren los patrocinadores… Esa es la realidad. Para este año, una famosa marca deportiva nos daba seis pares de zapatillas y un arco de meta… Creo que con eso lo resumo todo. Para nosotros, Alto Sil vale bastante más.

- Pero en 2015 contaron con el apoyo de Mammut, ¿qué ha pasado?

- Mammut España ha cambiado de distribuidora y no quiere apostar por el trailrunning. Es una pena. Tenemos que salir adelante con el apoyo de los pequeños patrocinadores de la zona.

- Es un poco incomprensible, hablamos de la designada como mejor carrera por montaña de 2015, incluso por delante de Zegama, que entre otros apoyos cuenta con Salomon…

- Esta es la realidad de Alto Sil, una carrera con 18.000 euros de ingresos y 18.000 euros de gastos…

- En lo relativo a los dorsales, comenzaron con 200 dorsales, hoy son 400 para el público general y 100 para fieles y corredores élite... ¿Se plantean ampliar en un futuro?

- En ese sentido hemos tocado techo. Santa Cruz del Sil es un pueblo muy pequeño. No hay sitio para más, ni para más corredores. Es una cuestión de logística, porque se accede por una carrera de montaña de un solo carril, con lo que eso conlleva… No hay aparcamientos, y desde hace unos años disponemos de ocho ‘aparcacoches’, quienes literalmente colocan los vehículos a mano en un prado. Eso también es Alto Sil.

- ¿Se plantean cambiar la forma de conseguir un dorsal para la carrera?

- De momento no. Creo que hemos mejorado. Hay 400 dorsales que prácticamente se asignan por sorteo… Y digo sorteo porque es una lotería que te toque o no dorsal a la hora de entrar en la plataforma online para inscribirte. Hemos mejorado con la lista de espera, que de alguna manera otorga más posibilidades de asistir y evitamos que haya más bajas de última hora, que normalmente rondan el 10%. Guardamos unos 100 dorsales para las personas del pueblo, para los corredores élite y para aquellas personas que han completado todas las ediciones. Es una forma de fidelizar y ser agradecidos con la gente que ha apostado por Alto Sil.  

- ¿Con qué momento se queda de las siete ediciones anteriores?

- Puff, qué difícil… Bueno, no olvidaré la primera edición. Me acuerdo que fui el último en recoger el plato de paella una vez finalizada la carrera, y nada más sentarme, rompí a llorar… Habían sido muchos sentimientos y muchas horas, muchos días de organizar, y por fin veía que todo había salido. También me quedo con los momentos con Zaid, para mí es una persona muy especial, y espero que volvamos a contar con él de nuevo el 13 de marzo en Santa Cruz del Sil.



 




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