Junto a ellos, Pedro Bianco, Tito Parra, Rocío Burdalo o el segoviano Luis Alonso Marcos, este último conocedor de lo que significa levantar los brazos en la prueba madrileña.
Consolidado ya tras cinco ediciones, la organización apostará por "mejorar la calidad deportiva y medioambiental" del evento para la presente edición. Para ello, se asume incluso de forma voluntaria "una reducción del 20% de los dorsales disponibles", lo que supone renunciar a una de las carreras habituales del evento, la modalidad de 80 kilómetros.
Por ello, el Gran Trail Peñalara de 2015, que abrirá inscripciones el 12 de enero, estará formado por tres carreras: el clásico Gran Trail Peñalara, que supone la travesía integral del Guadarrama, con 110 kilómetros y un desnivel positivo de 5.100 metros; el Trail Peñalara, de 65 kilómetros y un desnivel positivo de 3.000 metros y, por último, el Cross Nocturno Navacerrada, que completa diez kilómetros y 450 metros de desnivel positivo.
Una de las novedades de la prueba, que cuenta con un buen número de corredores castellanos y leoneses, incluido Raúl García Castán, deportista que cuenta con el récord en la modalidad de 60 kilómetros, es que en esta edición la carrera será Campeonato de España Ultra Trail de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme) y se mantendrá como una prueba clave en el circuito de la Spain Ultra Cup Sport HG. Además, será clasificatoria para el ranking internacional de la ITRA (International Trail Running Association) o pruebas de referencia como la europea Ultra Trail Mont Blanc o la estadounidense Western States 100 Miles.
El compromiso medioambiental ya llevó a la organización a renunciar en 2014 al proyecto de una nueva prueba de 150 kilómetros. En 2015 se dan más pasos, ya que se cancela la tradicional modalidad de 80 kilómetros y será el primer ultra de España que pasará la auditoría medioambiental tras la carrera, de acuerdo a los criterios impuestos por la Fedme.
La organización, con la Real Sociedad Española de Alpinismo (RSEA) Peñalara a la cabeza, acredita carreras de montaña en el Guadarrama desde 1.916, y entiende que el privilegio de ser la gran prueba que recorre el Parque Nacional del Guadarrama supone también "la responsabilidad de difundirlo y promocionarlo de forma sostenible en el tiempo", queriendo liderar con el ejemplo el desarrollo futuro de este deporte.